LATIDOS LIBRES

Descubre el sendero de mis palabras... LATIDOS LIBRES Regenerar la emoción no es como sanar las físicas heridas... Porque estas las sanea la vida que habitas, su biología. Pero no es innato del cuerpo que vehiculas con tu esencia infinita. Sanear las dolencias psíquicas, eso es logrado al prevalecer en el padecer, retomando tus eternas capacidades que descansan para ser de nuevo el arma de tu valentía, ante la universal senda que para crecer nos desafía. Por eso, tu emocionalidad la has de gestionar de una forma natural. Y sí, hay dolores tan fieros e intensos en la mente, que son difícilmente domables. Pero con sedación y perversión química de la emoción, jamás el ser recapacitará y reenfocará su fortaleza emocional, porque llevando una losa que medicaliza la fluidez vital, solo se frena la virtud de nuestro legado que vencer y lograr, para contribuir al expandirse de la energética leyenda del todo espacial, el cosmos que somos todos en una simbiótica y cuántica espiral, salvando desafíos como aporte esencial. Te ponen una etiqueta. Te archivan como un crónico con mucha dejadez para recuperar lo máximo de tu derecho de sentir, gozar, reír y llorar. Es tan cruel esa perversidad de doblegar la voluntad y el riego de crecer amando, sufriendo y sintiéndote dichoso por tu natural esfuerzo, que los seres van arrastrando los sentimientos sin haberlos notado, por no haber amado, por estar desde ese cambio cerebral doblegados por los pesados fármacos, esa forma de comerciar, sin dignidad para los seres humanos, poniendo lastres y precariedad psicológica en vidas que sufren, gritan el hundido alegato de sentir libres, y de su derecho a hacerlo sin forcejeos, no teniendo que rebuscar intensamente algo de sentir su derecho y aliento de vida y descubrimientos... Y van con la carga de una emoción lastrada en sus vidas, lo que les impide crecer libremente en la sensación que es derecho de la genuina inercia, esa de nuestro lugar universal, ser siembra para la floración del todo y su gloriosa existencia fundamental. Poeta Intemporal Miguel Ángel Pérez Salcedo