PARCHES QUÍMICOS


PARCHES QUÍMICOS 

Es un negocio la enfermedad mental y su sostenimiento para recapacitar al enfermo, es una farsa, una usura sin compasión. 

Se comercia con la salud de la mente y los fármacos son las divisas que solo adormecen el dolor, pero no liberan al alma de su verdadera losa, de esa carga que han de soportar las personas que con dolores y traumas siguen viviendo con las emociones dormidas y aplacadas, arrastrando sentimientos por el barrizal químico en sus mentes, que les deja atrapados los corazones, sedientos de felicidad y amor propio en irrealidades y desmotivación para gestionar la cruda realidad, por la codicia de un sistema farmacológico, al que solo le interesa enfermar para ganar, sometiendo al daño emocional a creerse crónico, para seguir llenando las arcas, acumulando el aprovechamiento del sufrimiento ajeno, que es cambiado por un sucio y perverso dinero. 

Un poder económico basado en el desprecio a poder volver a traer la dicha de los que gritan en su interior, de esos que se queman por dentro sin encontrar ningún alivio de humanidad y de verdadero amor, solo hallan contención química que limita la liberación y el saneamiento de la psíquica herida, siendo clientes de una psiquiatría obcecada en su codicia, en ponerle solo un químico velo, a la vergüenza doliente de esta sociedad perdida en su heridas, siendo un tráfico de ganancial perverso, la búsqueda de consuelo del dolorido cerebro.

Cubre con químicas
mis profundos pesares, 
pero nunca separas, 
de mi alma sus dolencias psíquicas. 

Son sedaciones raquíticas 
ante los dolores a pares 
que trae la vida, de tantas formas dispares, 
procesos de dolor hechos diagnósticos. 

“Porque psiquiatra, don 
pastilla y cápsula adorada, 
tú das medicina que solo aplaca. 

Don sistema mandón, 
que mandas insensibilidad recetada, 
eres quién solo recauda, 
eres codiciosa estaca, 
no hay para el loco calma, 
siendo negocio su amargura delirada.

Es un comercio, la locura que las vidas arrebata, es delirante ese interesado sustento, lo que hace de los seres, gritos gritando en medicalizados silencios. 

Por favor, más voluntad de rescatar al ser que sufre dentro, interno en ese cuerpo adormecido por medicamentos. Devolverles la vida, a los que luchan y emanan ardor químico en sus heridas.
Démosle al herido en su mente, consuelo y libertad, seamos de ese daño de paradigma, sosiego para superar la incesante ansiedad irreal, salida, amor y verdadera voluntad, para que acabemos con la negociada perversión del delirio por ganancia que más que recuperar cronifica, damnifica y somete en perversa química, la pesada lamentación existencial”.

POeT@ Intemporal ©.
Miguel Ángel Pérez Salcedo

Comentarios

Entradas populares