LA HUIDA DE LAS HERIDAS

LA HUIDA DE LAS HERIDAS 

"¡Eso es de cobardes!”. Para alguien que ha sobrevivido y perdido a su hermano en la tempestad del Suicidio. Esta afirmación, no es más que la falta de empatía y por un momento, poder imaginar la amargura que significa querer adelantar el final... Siendo esa solución la única salida que puede traer paz al sufrimiento atroz, tremendo y desquiciado que arremete contra los sentimientos hundidos en dolorosos llantos.

¡Pero claro! Lo fácil y egoísta, es hacer del dolor de otros argumento de valentía sobre otros humanos escombros, en vez de hacer de la vida un lugar al que nadie quiera renunciar y exhalar su última agonía, matando su esperanza ahogada con esa rotunda libertad, dejando más desasosiego en los que quedan sin apenas saber el porqué ni entenderlo... Quedándose más solitario el grito de ayuda, auxilio y misericordioso deseo, ese que una vez fue gritado con la muerte como última y decisiva misericordia, la pena de un doloroso alarido, huyendo por el único y arrebatador consuelo, acabar con ese sufrido látigo que muele a latigazos los sentimientos.

POeT@ Intemporal ©.

Miguel Ángel Pérez Salcedo