NUESTRO MÁRTIR MANCILLADO


NUESTRO MÁRTIR MANCILLADO 

Sálvame, tú eres, verdad y reinicio.
Tú, sanar en el vértice universal.
Haces sosegar la crueldad vital,
vas sanando del dolor su vicio.

Dame alas blancas en tu resquicio
de esperanzas que no he de velar, 
huir de tanto odio y penetrante helar 
corazones sin calma ni armisticio. 

Lloré, mil lágrimas de negra pena, 
mas no puedo más que oscuridad llorar. 
Soy uno más, otro incendiado esclavo. 

Nadie ve, nadie sabe lo que apena, 
ver la vida derrumbarse y otorgar, 
huir y notar en la emoción el clavo, 

el del cristo que agravo, 
hecho, memorándum macabro, 
daño por nuestro humano descalabro.

Vamos a penar, pues,
¿se abandonó amar?
Puede que sí, y volverás a morir,
en cada desgarro de nuestro desgarrar,
lo que no hemos superado, 
y es terrible ir, hacia esa certeza de caminar. 

Mueres una vez más, 
no acabará porque jamás, 
nunca quisimos amarte y delegar
en tu bondad, 
para ese amor entregar y tu legado salvar.

Se apagará toda la luz,
y los muertos solo seremos oscuridad,
por tanto de lo mal hecho,
por tanto mancillar, 
lo que con tu amor deseaste, 
en nuestro futuro anidar.

POeT@ Intemporal 
Miguel Ángel Pérez Salcedo ©.

Comentarios

Entradas populares