MIENTRAS HORNEO, SUEÑO

MIENTRAS HORNEO, SUEÑO 

Tanto sufrimiento, desahucios, gente que no llega a final de mes. Y esa hambruna, en el mundo. Ahora más que nunca será un dolor profundo. 
Las guerras, esas que mandan los que cómodamente crean estrategias y comandan el abandono de la vida hacia el asesinato, hacia la tortura y la desgarradora muerte. Pero son los que no desean esa maldad intensa los que primero adentran la bala de tanta perversión bélica. 
Niños llorando, pero no en la infancia, porque aún no comprenden... 
Es cuando son hombres, cuando son adultos. Y esas niñas y esos críos, esos que jugaban confundidos con personas que creían que en su juego afable e inocuo se divertían, pero en realidad, de la perversión que los marcaba de por vida para siempre, eran esos diablos y sus incendiarios, terrible furia de llamas para sus futuras conciencias. 
Les rompieron el pensamiento, devastando su ilusión y su posibilidad de esa dicha ansiada por cualquier ser de estos confines, estos tan sedientos y macabros en devastar los buenos alientos. 
Yo le pido a eso que brilla en cada uno de nosotros. 
... A esa esencia de vitalidad, al suspiro de realidad... ¡Yo suplico!, en este presente, ahora mismo: «¡qué puedo mostrar unos versos, que son explicación de un sentir, pero... que une a todos los que sentimos de la misma forma tan unidos... sintiendo eso de no dañar el ánimo y la vida de otra gente!
¡Yo le pido al poder de creación, a la energía infinita, ...a ese soplo vital de cada ser, de cada alma, de cada vida...Yo pido que nos unamos, que seamos el poderoso resurgir del cariño, del aprecio, que no dejemos más vacío ese hueco de amarnos y de escucharnos, de hablarnos con cariño y con empatía, con entusiasmo de crearle voluntad al otro para que genere el destino, no, ese que ansía en su vida, que se llene el corazón de alegría y así el mundo se ilumine, no por luces de farolas, no por la energía de una estación eléctrica y de una nuclear, que genera la potencia para que nos veamos las caras, sino vernos el alma, sentirnos el corazón, sentir esa emoción que nos embarga, esa, de que al fin la humanidad ha comprendido qué, solos no vamos a ningún sitio, que si, no vamos de la mano jamás el progreso no se habrá abierto, la salida estará cerrada para la libertad que añoramos, el despertar en ese sueño al fin alzado y cumplido, eso de vivir felices y solo, gozando ser buenos creadores sin requiebros, eso seco de amor y su alimento!».

—Miguel Á.
POeT@ Intemporal ©. ❤️

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