SUEÑOS SIN SER ATADOS

SUEÑOS SIN SER ATADOS 

Hay que luchar, ante la soledad

que inocula el químico domar.

No hemos de parar, tenemos que dar y mostrar, valía y diversidad.

Es ser feliz el amor diverso, y no ese ego que divide con su crueldad.

Es estar loco, ser humano adverso 

al humano tan cruel y tan normal.

Este, es ese limite, que sabemos que hay que soportar. 

Despertar, siendo sueños sin congelar, 

pues proteger no es atemorizar. 

Solo dejar que seamos fuertes de nuevo, 

y sentir otra vez el corazón latiendo libre y pleno de verdad. 

Hoy estamos más serenos, 

porque hicimos del delirio, 

un liberado prisionero. 

Ahora, hoy, ya realizamos nuestra vida sin trémulos miedos. 

Es tan costoso, el revitalizar el alma, 

pero sin aprisionamientos deshonrosos, 

recuperarnos es la calma, de que no se limita el derecho a una cama metálica, 

enraizando más recuerdos en traumas, de protección que más que acariciar y protegernos, nos crea futuras y dolientes heridas que se graban y la recuperación lastran. 

Por favor, es saber del amor que no hiere, 

si no que alivia, la tantísima locura 

y su regreso a la vida le facilita. 

Sueño con un día, en el que no hayan correas, 

que la dignidad traumatizan e irritan. 

Pienso en un día sin ungüentos de química. 

Un día sin tapar la sombra 

de haber sufrido y sufrir los golpes de los que insidian, 

esos que tantas mentes fulminan, siendo cómplices de un ahogo que rompe con su estigma, solo por haber luchado contra nosotros mismos en esa delirante oscuridad, la que nuestra percepción denigra, porque tenemos el anhelo de la felicidad atrapado en ese atrapado querer ser libres y felices, sin un ser huyendo de su autoestima perdida, esa que delira en la falta de querernos y llegar a acotar la locura inquina, esa que nos destripa la alegría, esparciendo nuestro amor propio en irreales trizas. 

Miguel Ángel Pérez Salcedo 

Poeta Intemporal ©.