ABRAZO UNIVERSAL

ABRAZO UNIVERSAL 

La adoración a Dios está bien, todo lo que sea un legado de mensajes y continuidad de amor, se ha de hacer. Pero no se ha de dejar de lado darle la relevancia a lo humano; pues sí sientes la simiente del bondadoso latido de generar felicidad en otros espíritus, da igual que venga de lo divino o de lo mundano instintivo, porque la única sabiduría es amar y cosechar lo plantado con el cariño y la lealtad del sabio suspiro, de que todo ser suspire aliviado, sin estar con el trazo maligno y su deslealtad, la que al ser lo ahoga y lo ahonda en la pesadumbre de no poder sentirse unido a esta caprichosa humanidad. Y dar paz al mundo disparatado con tantos sentidos y caminos diferentes, que a veces nos cuesta darnos cuenta de lo que de verdad es revelador para encontrarse y desde ahí generar alivios y buenos momentos, instantes con el sentido de la paz y la gratitud de saber vivir y poderlo notar en la más amplia existencia, esa de nuestra eternidad vitalicia en amarnos sin creernos soberanía, pues es ser la realidad de algo insistente en nuestros adentros, pues mágico es lo que te dan y lo que entrega tu adentro y su generosidad, eso de hacer de lo vivido un realzar común y sin señalamientos que rompen la cierta y hermosa cordialidad, tan solo regar amor con buena voluntad, así la que hemos de hacer progresar y que pueda crecer, será la veraz y querida verdad de amar y del amor hallar en su floración y suspirada grandiosidad, en la armonía universal y su preciosidad viral en sendas estelares de tanto por hallarnos y hallar... Y sin parámetros divisorios y de torpe fatalidad, llegar al abrazo de la inteligente felicidad, esa común y general.

—Miguel Á.

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