Te quiero tanto... Si supieras... Si me atreviera, te diría: «qué mi alma te soñó cada día. Qué mi ser por soñarte solo dormía. Pero tengo miedo, de aún estar soñando, querida mía. Y que si te despierto diciéndote algo de esos sueños, acabe sin ti, solo de nuevo y despierto. Por eso, solo amándote me contento. Y si eres sueño, prefiero soñarte eternamente, dejarme llevar sin que esto que siento jamás se despierte. Por temer que al despertar tu amor se aleje, y ya no te vuelva a soñar, tan solo seas la que soñando vienes. No lo quiero pensar, me quedo quieto, ¡y si no despierto, así será...! Soñaré con tu amor eterno, el que también siento, sin amanecer que me aparte de tu sincera manera de amarme, soñando en la mismísima eternidad. Solo he de soñar, solo así mirándote soñar, quizá conmigo también, quizá somos sueños, que se buscan en la simbiosis del consciente amor, ese que nos une en una soñada realidad».
Miguel Ángel Pérez Salcedo
POeT@ Intemporal ©.
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