AL ACECHO


Las personas en transcurso de fragilidad mental, notan el brillo de los demás más de lo necesario. Pues sus receptores de energía están sobredimensionados, son poderosamente sensibles en notar el odio, la negatividad y el rechazo. Por ello, son sufridores natos, son los que van en tablas inestables navegando. 

Los tiburones se pelean por desgarrar sin miramiento sus almas perdidas, si caen lejos de alguna orilla, haciéndoles el corazón pedazos, sin misericordia, ni nada de bondadosa piedad. 

Nada a la vista, sin hallar el amor hecho brújula, ni poder ni pensar llegar a un islote, en dónde hagan fuerte su inestable inestabilidad, lejos de tanta furiosa crueldad.

POeT@ Intemporal ©. 

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