METÁFORA ZOMBI 🧟‍♂️

METÁFORA ZOMBI 🧟‍♂️ 

«El último informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes revela que España encabeza el consumo mundial lícito de ansiolíticos, hipnóticos y sedantes, que en 2020 aumentó un 4,5% y superó las 91 dosis diarias por cada 1.000 habitantes». Fuente:Google. 

Aquí en el señor Google, se transmite un dato desolador. ¿Por qué digo que es una desolación esta información? 

Lo voy a dejar transparente no, diáfano. En primer lugar, a la terapia psicológica se le da la prioridad, como la que tiene ir a que te tomen la tensión o a que te miren el peso. 

Si extrapolamos la idea de que somos los consumidores mundiales en fármacos para contener la ansiedad, podemos deducir que las ganancias de las farmacéuticas son brutales y por ende las comisiones y los impuestos. Me da a suponer, que también lo serán por lo tanto las ganancias de los mediadores nacionales de tanto escarnio perverso. Si hay menos contratación de terapeutas y de acompañamiento humano, será que no interesa realmente desenganchar a los habitantes de un país de 48. 000. 000 de estos mismos, que aplacan su ansia por no tener otro recurso y, por qué les han enseñado, metido con un embudo en el entendimiento que lo mejor es meter química cuando lo que deberíamos, deberían hacer es envenenarse menos y soltar más amarras de sufrimientos obsesiones y traumas y, que conste que yo no soy el más indicado para criticar, pues he sido cliente adicto y esclavo y aún lo sigo siendo, y también soy fumador, ¡mira por donde!, soy uno más de los zombies que buscan sus cerebros. Pero, todo esto es muy perverso a la misma vez que te dicen: vive, disfruta de la vida, siéntelo todo como si fuera lo único, el instante es lo que vale la pena, siéntete vivo, agradece tu emoción, comparte tu alegría, sé buena persona; de esa misma manera te están privando del abrazo y la calidez humana, de una voz que te acompañe, que te libere y que te desencadene de las caderas químicas el alma. Porque, seamos realistas, un mundo cada vez más enfermo y no solamente enfermedades físicas, biológicas, neurológicas, sino, esas qué hacen que pierdas y desconectes totalmente del control de tu conciencia, que se pierda tu alma dentro sin encontrar los mandos para sujetar el movimiento, el pensamiento y la acción. Por eso, quiero decir que el mundo, el sistema debería plantearse si el futuro va a ser un gran manicomio: «La palabra manicomio, según el DRAE viene de las palabras μανία (mania), manía, y el verbo κομῶ, -εω (komo,-eo), cuidar, o sea establecimiento destinado al cuidado de locos». 

Fuente: Google. 

No es: proteger, protección, devolver la felicidad perdida, sino: cuidar, cuidado y adoctrinamiento de voluntad lasciva. ¿Y de dónde van a salir tantos profesionales, tantos recursos, tanto qué recetar, tanta química, tanto absurdo convenio de mentiras? Las carencias de la sociedad: la humanidad, el poco aprecio, el enfrentamiento, la manipulación de que nos enfrentemos. Pero, sí, eso sí, está clarísimo el control cada vez es más preciso, más férreo: digitalizando todo, lo económico, lo sanitario, lo fiscal que viene de la mano, no te pases ni un pelo, paga religiosamente tus facturas, tus impuestos, no te salgas de la guía, tómate las medicinas, porque lo sabemos todo, conocemos cada paso que das…, toda ubicación, lo que compras, el ocio que consumes, a quién vas a ver… con quién te encuentras… que gastas, que tienes que cobrar, que tienes en la cuenta. Va a estar todo milimetrado, vamos a ser autómatas robotizados, en un “Matrix” totalmente controlado, dirigido para que no haga falta limitar el crecimiento mundial, sino que nos iremos marchando voluntariamente, por no aguantar, por no poder sostenernos en pie de tanta dureza, de tanto esfuerzo, de tanto vender nuestro tiempo, de tanto que cueste respirar, de tanto sometidos en el día a día, de tanto no saber ya ni qué es eso que se llama libertad. Porque, inclusive está avanzando el poder transmitir el pensamiento, las ondas cerebrales en imágenes, ¿cuánto ha avanzado esa tecnología? Sí ya lo que piensas saldrá en una pantalla y lo conocerán, sabrán todo de tu vida… de tu interior, ¿qué será de nuestra vida?, ¿qué será del futuro, y del destino?, cómo le podemos decir a nuestros hijos y a nuestras hijas: la vida vale la pena, la libertad es algo que no se puede arrebatar, es algo genuino del ser, es algo universal. Si en realidad, sabemos que ni siquiera nuestro pensamiento nos pertenece y ni podemos ser nada en un mundo que transmite hasta el último atisbo de nuestras entrañas. Y lo más crudo, es que ni podemos reaccionar, paralización en un sin sentido, ni luz para atravesar tanta oscuridad de lo cruel e indigno. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo POeT@ Intemporal ©.