VUESTRA MIRADA

VUESTRA MIRADA 

He mirado con los ojos perdidos y a la vez muy abiertos. 

Mirando la realidad que no soportaban mis sentimientos, era un viento de gas incesante de polvo de real desierto, desértico mi caminar de amor y saberme dichoso y contento. 

Ha sido delirar, al haber sido un loco, un trastornado y aún en los informes lo sigue diciendo, he ido de la mano de lo que no entienden los necios cuerdos. 

Me miran de reojo, me señalan en los senderos: —¡Ahí va el loco, el peligroso, el que no es capaz de delinear lo que es real del desconcierto! 

Yo bajo la cabeza, pero pongo el alma en pie con mi orgullo. 

Me hace entender que los que vacilan de normalidad, de ser normales y qué solo ellos la verdad procesan, no son más qué intentos de alumbrar la locura, una luz que ni a ellos los despierta, pues quién sabe mejor de las mañanas vacías de amaneceres, qué los que hemos corrido descentrados sin ningún rumbo, qué nos pueda devolver, qué devuelva la conciencia y la serenidad a amarrarse a esa realidad de nuestro deshilachado ser, lo de aquella última pero no adiós de volver a ser... 

«¡Qué lo normal acusa con el dedo!». ¡Qué es la certera guía, qué todos es la que recorremos! Pero, no te equivoques por mucho que mires en lejanías a los que hemos convivido en unidades de observación, así, mirados y analizados por esos de carrera que conocen toda la química, ¡los que observan el comportamiento de las heridas!... 

No seas disturbio en el pensamiento, de lo que hay: porque tú, ahondas en mi fatalidad, y es el ahogo profundo en el que caí y del que hoy puedo con distancia explicar: «qué no es que la locura sea un abandono de la realidad, sino que lo real y lo profundo de ese normal que mira con penumbra, al que sufrió, y a ese que quiso desgarrar, es solamente y completamente la profunda distorsión y el desgarro, de una sentenciada en diagnósticos sociedad».

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo

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