NUESTRO MANÁ

NUESTRO MANÁ

Me miras y te miro. 

Nos cogemos las manos, ¡sentimos esa confianza y exhalamos un pleno suspiro! 

Nos amamos de verdad, de cierta manera, la que nadie externo este amor nos lo espanta, 

ni puede ser adversario de este cariño eterno. 

¡Nuestro “maná”, nuestra virtud, nuestra sensación de ser eternos, tan verdaderos, tan ciertos, tanta vida sin complejos! 

Porque tú, me das la fuerza, ¡yo fortalezco también tu sendero!, nuestra vida, nuestros caminos, nuestro volver a nacer, volver a encontrarnos, volver a sentirnos, ...todo eso quiero, ¡¡qué lo sepas!! Quiero que si algún día lees esto, si en algún momento de otra vida, de otro nuevo comienzo no estoy contigo, no estoy a tu lado, no me estás sintiendo; tengas claro que, te quiero, que muy adentro eres lo más eterno que siento... ¡Qué aunque por mil mares, por mil cielos o cavando la tierra en un millón de planetas coloreados por el universo! ¡Yo!, te volveré a tener bailando en mis sentimientos, ¡y tú!, serás, danza otra vez en mi emoción de pureza, la de estar enamorado, de que tú me quieras y que yo solamente por el infinito solo a ti en mi corazón te siento, estás en todo lo vivido y por vivir..., soy en ti y tú eres tatuaje en mi ser, en mi alma de eterna sed, desde lejanos hallazgos de querernos... Es lo que tenemos, lazo de sentimientos

 tan y tan imperecederos.

Miré y no te hallé, pero no hay infinito que separe esta verdad, la de un amor inconmensurable mente verdadero y cierto, ¡tus ojos, mis ojos, unidos por eterna sinceridad, de un amor inmenso, un amor tan y tan de verdad! ¡No se dejará atrás, nunca se desvaneció y no lo hará jamás!...

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo

POeT@ Intemporal ©.