¡AY, SIN LOCURA!


¡AY, SIN LOCURA! 

Un mundo que mira de huir al espacio exterior. Porque su situación de insensibilidad es imposible, es desgarro tras desesperación. Un Sistema Económico que entierra la ilusión de millones de seres, almas que se lo juegan todo por respirar lejos del sometimiento, ese que les oprime los sentimientos y les arranca la creencia en lo humano, es un cauce de horror del que queremos huir, apartarnos, ir hacia un lugar en el que no oigamos los gritos vomitados de dolor, un sufrimiento desahuciado de esperanza de sanarlo de la egolatría, de la raza más perversa, es oír en bucle en la conciencia un aullido de infinita y espantosa lucha por no morir, por no desaparecer en la gangrena de nuestra civilización.
Se puede escribir una biografía de la vida de cualquier persona. Con sus males y sus bondades, con sus aciertos y fracasos, con sus éxitos y con sus pesares. Pero, un poemario, un libro de poesía, solo se puede escribir de los seres que han amado sin dobleces a sus compañeros de viaje, a las personas que comparten la vida. Porque, hacer de un trasiego belleza, no solamente es explicar de una manera lírica lo acontecido en ella... en esa vida, en esa travesía, sino que tiene que haber sido amor para otros sin condiciones, ni codicia que ensucie las letras. Es poder expresar el camino en literaria belleza, hermosa escritura que muestre lo mágico de esa presencia.
¡Produce, consume, gástate el dinero!, ¿¡para qué lo quieres!? Si luego puedes pedir más... 
Primero, que te lo ofrecemos. Segundo que te lo concedemos. Después lo pagas cómodamente, ¿¡qué te parece!?, una maravillosa idea, ¿verdad...? Te sentirás mejor, podrás gastar más, podrás satisfacerte; “¡qué más le puedes pedir a la vida!” Yo aparto la ingenuidad, y me he vuelto versiano, voy versando, entregando al mundo un verso de cada realidad, porque lo otro ya lo has leído al principio, tan solo me hace ser uno más de los incluidos en el gasto, en el comprar para que sigan vendiendo, hipotecando la vida de tantos... que no encuentran su lugar... Hay que tener más emoción y menos cartera, para gastos innecesarios que no comprarán felicidad.
De maldad está el mundo lleno. Pero, de locos, con la voluntad de mejorarlo, solo están los que escaparon de su propio encierro.
La locura me enseñó, que la vida es mucho más, que lo que te enseñará la realidad.

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo
POeT@ Intemporal ©.

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