¿Y QUÉ PASA?

¿Y QUÉ PASA? 

Hay que mirar de decir bien lo que se aconseja. Me dijeron un millón de veces, no te pongas chulito y te niegues. Yo no les quiero chulear al decirles, que fumo, pero si no me fumo un cigarro, me bebo los vientos. Ellos se hacen cruces, se cabrean, nada es para ellos explicación de mi calma con el humo que intoxica. Yo me paro, pienso: «quisiera un mundo sin humos de frenadas y de quemar gasolina para llegar al lugar a tiempo. Quisiera una comida, no transgénica, pero eso no da el dinero que a las empresas les interesa. Nada que mi cigarro o el de tantos... No es, lo que este puto mundo está aniquilando».

Ya me río solo, es por estrategia, no por estar fumando un porro. Aquí dejo esta reflexión histriónica. Espero dejes vacío el cenicero, antes de que te atropelle el vehículo del que conduce con oxígeno y ciego, ese que ni fuma, ni se lo piensa, el que da consejos sin mirarse a él primero, sin mirar esa ejemplar vida que expresa.

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo

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