STOP

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Hoy quiero hacer mención a esas almas que han sufrido últimamente. Y a las que se han ido por culpa de hombres y su dominación ferviente. Porque interpretan los malnacidos el amor de una manera equivocada y oscuramente diferente. Esos seres perversos ven vicio dónde hay diversidad y relación humana, y no admiten que quiera alejarse de ellos la mujer que se siente despreciada y dominada. Por el chico apalizado hace poco, tan y tan cruelmente, por una manada de hienas malvadas. Y por las chicas que han violado sin ningún miramiento, esos repugnantes sádicos que después las han matado sin miramientos. Y también por ella, que tuvo una vida de maltrato, hasta que intentó escapar y fue perseguida hasta que la destrozaron y su existencia le arrebataron. Ha de haber un castigo más desafiante y contundente. Ha de ser ejemplo la justicia y más recia ante ese odio latente, para que los que odian e intentan desgarrar al inocente, que se lo piensen más de una, más de dos y más de tres veces. Y es que solo si el mal teme se abstiene, pues no se atreve si peligra su libertad de arrastrada serpiente. Hay veneno en la humanidad, pero en la mano de la bondad está el deber de que no se esparza sin limitación, para que las buenas almas puedan vivir sin tanto daño ni temor.

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo

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