SIN OLVIDAR


SIN OLVIDAR

A veces me siento con el deber de estar agradecido. Estarle agradecido a la sociedad, por sostenerme, por protegerme, por darme estabilidad. A veces me siento como si fuese un parásito qué se nutre de lo que no gana con esfuerzo, de eso que me regalan solamente por el simple hecho de que no puedo sostenerme sin tener la fuerza de ellos... Ellos que se levantan cada día, que trabajan unas horas, que llevan a sus hogares riqueza para sostener el alimento de cada día, para poder labrar futuro en las vidas de sus hijos, de su prole, de su descendencia, esa que yo no tengo, ni la espero tener algún día; pues se me ha negado en muchas ocasiones la oportunidad de crear una familia. Y es porque he sido etiquetado, he sido apartado y expulsado, me sostienen con algo para que no tenga que desaparecer. Porque soy ciudadano y así me están apoyando, para que no me desespere y acabe por marcharme desesperado, y sin dignidad de aportar algo más que estar ser y aprovechar lo que me están regalando. Quiero saber que estoy aquí, que te sirvo, que te apoyas en mí, que no soy simplemente un insecto sobreviviendo, volando de aquí para allá, apenas sin que puedan verlo, estando inocuo incluso para mi propia esencia existencial. Y no es inocuo de bien y mal, nada más es que tampoco tengo sensación de aportar algo que enriquezca mi querida e inestable humanidad.

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo
POeT@ Intemporal ©.

#Latif

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