EN CAJONES


EN CAJONES

Al morir la vida pasada se queda como un mueble de cajones. Uno se queda abierto, vacío, y sin nada que no haya sido resuelto. Otro está entre abierto, de él asoman sueños y anhelos, está casi vaciado, pero no ha dado margen de tiempo, el impetuoso hallazgo no ha dejado que se lleguen a resolver sus adentros, no se pudo sacar todo lo necesario para no dejar algo sin resolverlo. 
Otro cajón, cerrado y sin ganas ni de mirarlo, pues solo de pensar lo que hay adentro, el alma se eriza y exhala un suspirar con aromas a miedo. Y el último del mueble está en el suelo, hecho astillas y tablas, (un cajón roto), como si se hubiese sacado con ganas de liberar lo que en su interior estaba guardado. Entre madera hecha trizas se atisban propósitos y promesas sin realizar ni cumplirlas, ese cajón no fue permitido el darle lugar a su contenido, el momento de cambio de destino lo dejó para otro camino, para otra vez de no guardar tanto, y darle libertad a ser más honesto, a los deseos, sueños y plácidos sentimientos.

Y este texto no lo meto en un cajón, solo deseo que reflexionemos. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo
POeT@ Intemporal ©.

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