SOLO TRATA DE CAMINAR

SOLO TRATA DE CAMINAR 

Las respuestas que he encontrado no siempre me han acallado el sentimiento, de que ni yo mismo me entiendo. 

Cuando he buscado el porqué de tanto desconcierto y desigualdad, en el amor de los humanos, en la misma humanidad, solo he encontrado sufrimiento y fatalidad. 

Y es que aceptar el conocimiento de que a veces se opta por odiar y rechazar, es no entender esa realidad, esa hiriente manera de ser que ante vivir amándonos y con amor para seguir creciendo y con el amor crecer, se prefiere dividir, romper la felicidad en pedazos para que no se pueda encontrar la unidad de un buen camino en la unión de amarnos y amar. 

Y es que duele conocer la dualidad que retrasa el camino de la humanidad. 

Ese sendero hacia un futuro en el que no haya que sentirse mal. 

Vereda en la que no haya que sentir padecimiento por el rencor y la desigualdad. 

Es tan injusta la humana realidad, que solo se puede continuar mirando sin querer mirar, y así tener al alma distraída para poder vivir la vida sin desear abandonar, sin querer salir huyendo sin mirar hacia atrás, hacia un mundo en el que se oye poco reír y mucho llorar. 

Se oyen pocas carcajadas y muchos lamentos en cualquier lugar. 

En dónde hay tanto que lamentar y poco de lo que uno pueda sentir orgullo, poder sentirse orgulloso de pertenecer a una civilización que solo crea motivos y motivaciones para señalarse y la felicidad desbaratar. 

Cada día es un día más para huir de tan dividido camino que ha cogido muestra confundida sociedad. 

«Es sabido de sobras en el populacho: que el haber amado no es sinónimo de que contigo han hecho lo mismo, pues no siempre los amores son correspondidos, a veces amas a alguien y solo encuentras inesperados estufidos, solo encuentras lo que no querías encontrar, lo que duele, pero es parte de este tan dual camino por caminar». 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

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