EN SUEÑOS

EN SUEÑOS 

En ellos me pierdo en desolación, pues llegan a mí los destierros, la aniquilación. 

A veces sufro por el instinto más malévolo, intruso que quiere arrebatar felicidad en el inframundo del ego dormido, pensando…, durmiente y fogoso de descubrirse y encontrar su verdadera simiente de logro y existencia de pertenencia. 

Soy consciente de que cuando un sueño exfoliante de rabia arrebata la tranquilidad. 

Cuando no se disfruta al soñar puede ser porque lo más lejano a lo que no aludimos… Cuando despertamos, eso es también parte de la verdad, desencriptando sortilegios macabros, que a veces nos despistan de ese… el agradecimiento a la vida y el unir los conscientes nexos para estar todos en calma y satisfechos. 

No es que no sea la ensoñación camino a la verdad y a esa puerta abierta de encontrar la propia certificación de lo que somos… de lo que emana en realidad de nuestra propia individualidad. 

Es esa calma transitoria de la «Universal Melodía» que nos lleva a darnos cuenta en el mismo momento en la precisión de despertar: de que no somos ni tan malos ni tan buenos, simplemente remamos para huir de lo que duele, porque no podemos aceptar que forma parte de nuestro ser y de nuestro yo más interno. 

Ahora es soñar, es huir y abrazar el saber de nosotros que también estamos hechos de tejido de miedo a nuestra fatídica realidad, lo más profundo de lidiar con malvada voluntad y sesgo de satisfacer honrosa capacidad de amar. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

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