LADRÓN DE AROMAS


LADRÓN DE AROMAS 

Me preguntaron el otro día, si yo era romántico. Me quedé pensando un rato. Y de pronto le dije contundentemente que sí, que soy un hombre de los «clásicos». Me gusta agasajar a la persona que tengo al lado, darle amor, lealtad y estar a su lado. 
Lo romántico siempre llega solo, cuando sientes de la manera que siento yo… Porque mi interior siempre mira por el otro más que por él mismo, eso a veces es problemático, pero no es algo dañino. ¿Por qué es un problema? Porque si no cuidas de ti no puedes amar al otro con la desmedida manera que se merece, de esa forma que amándote puedes proceder a ser la calidez y el cariño que el otro más entiende, es dar y ser caricia que estremece. 
El Romanticismo y la verdad de amar van unidos, no es poner velas y música melodiosa, sino que es dar caricias, entregar confianza y cuidar a la otra persona, como cuidarías a la más espléndida de las rosas. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 
POeT@ Intemporal ©.

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