ASÍ FUE Y ES...

ASÍ FUE Y ES… 

No busqué nada más que amor en la vida. 

El destino me pagó siempre con heridas. 

Me derrumbó todas las ilusiones, me desgarró en todas las ocasiones que intentaba levantar la cabeza y encontrar una salida. 

Fui devorado por los delirios, que hambrientos se repartían mis ganas de ser feliz sin miramientos. 

Mi alma siempre estaba a la deriva, pues cuando procuraba ser algo feliz caía sobre mis hombros una losa y otra vez a empezar la partida. 

Tuve muchos momentos de desesperación y encerrado pensé: «esto pasará, no volverá a producirse este dolor». 

Pero me equivocaba tanto… cómo siempre en la vida; porque está llena de dudas, porque a veces creemos que hacemos lo correcto y simplemente seguimos a la deriva. 

Y un día por causa de amarme más y de amar mejor y más fuertemente a los demás, pude recuperarme y recuperar esas ganas de ser y de avanzar. Y me desperté en un mundo mejor, no el de ahí fuera, sino el de aquí, el que siento y el que me hace proseguir con más aliento, el de mi interior, el que necesito para ser y seguir avanzando sin tanta desorientación, ni tanto miedo a ser yo, por amar mis trémulos sentimientos sin temor de volver a caer y naufragar. 

Hoy abrazo a mi ser 

y amo con todas las ganas mi ilusión. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

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