NO DEBERÍA SER...



NO DEBERÍA SER… 

Mañana es el día de la Mujer Trabajadora. 
Es un día que conmemora la idiotez y maldad humana, en cierta forma. 
Porque es inconcebible que seamos desprecio hacia otros seres humanos. 
Mujeres o hombres, ¿en qué nos diferenciamos? 
No será que el ser masculino está ensimismado en dominar y saben de cierto qué las guerreras, esas que son consciente inteligencia, esas son las que les pueden arrebatar la existencia de poder y de ser padres de la heredada memoria de someter. 
Es el temor del poderoso hombre, ese que mira el tablero, no será que teme que la energía femenina coja el rumbo de la vidas y lo derive al igualitario rumbo del aprecio sincero en igual medida. 
No es por tirar tierra encima de ninguna consciencia, sino darle un golpe de realidad a los comportamientos, a los sentimientos de falso amor, esos de control y dominación. 
Un mundo sin falta de aprecio a la diversidad es ese que pone el aprecio y la generosidad delante de cualquier egoísmo y pretensión de someter y aplacar. 
Mañana se alza la voz, desde casa en un ordenador o en los medios de de comunicación, pero se trata de seguir deseando que un mundo sin falta de equidad en amor, aprecio e ilusión sea realidad en nuestro camino por andar. 
No habrá sabiduría mundialmente hasta terminar con tanta desigualdad social. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 
POeT@ Intemporal ©.

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