LIMITADOS



LIMITADOS 

Límites. Hablemos de límites: la libertad, ¿dónde está su límite? Quizás o casi seguro está cuando alguien llora por lo que tú dices, por lo que tú haces, por lo que provocas. Pero claro, ¿quién puede limitar el pensamiento?, ahí puedes prejuiciar a otros, generar rostros, personalidades que ni siquiera conoces, que no has parado ni un momento para saber la realidad que puede yacer en ese interior, muy adentro. 
Ahora hablemos del amor: no tiene límite, por lo menos no conocido, solamente hay algo que va en contra de su destino, de esa favorable manera de ser feliz, de encontrar alivio y, es el engaño cuando tú crees que te aman y estás amando, irremediablemente y desvariar es un desvarío amar tanto, pues no tienes que sostenerte en dependencias, porque eso es un dolor, porque si un día se acaba y descubres la mentira en la que se sustentaba tu vida, te das cuenta que en realidad no es que quisieras más al otro que él mismo a ti, sino que en realidad no te amabas lo suficiente para poder ser feliz. Nos engañamos a nosotros mismos, es el límite la mentira en la que subsistimos. 
La memoria, la educación, la cultura, tres límites que resumen… ¿no, o sí?, lo que se ha anidado siempre repetido por las familias, siempre trascendido de un pasado no traspasado al yo mismo, ni comprendido para superarlo, ahí está nuestro límite: no querer mirar más allá de un horizonte impuesto por razones, creencias y culturalmente siempre vamos a ciegas, porque el avance está en provocar la catarsis en el interior, dejar fluir y unir todo para la verdad de un cambio sincero, real y de una profundidad que nos dé el sentido de una vida con un tiempo del que poder disfrutar. 
Los límites están ahí… pero tú decides si los quieres traspasar, o bien si continúas así… En tu mano está… 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 
POeT@ Intemporal ©.

Comentarios

Entradas populares