ESCUDO EXISTENCIAL

ESCUDO EXISTENCIAL 

Me debo a mis propias pasiones. 

Soy siempre honesto con mis decisiones. 

He tenido crisis existenciales en mi camino. 

He sido discriminado por mí manera de sentir la realidad y sus desvaríos. 

Soy precavido, cauto, pero aún así me duele el destino. 

Hay un escudo que me protege detrás del que también he sufrido. 

No es que yo haya malversado mis días conscientemente, sino que la llamada locura me absorbió en un momento delicado, donde el dolor era presente, estaba en todo lo que hacía… 

Mi vida de alegría estaba ausente y esa manera de proteger al alma vino como un furioso torrente. 

Nada pude hacer, solamente estaba atrapado en mi interior deseando volver a nacer. 

Y en un momento de curiosidad, de intervalos, de valentía y de proceso mental, se abrieron mis alas y volví a volar esta vez sin tanta carga pesada que evitaba que mi vuelo se alzara más allá de la ahogada libertad. 

Ahora prosigo mirando a los seres humanos a los ojos, unos más equivocados, otros que saben de la verdad que subyace en el amor. 

Porque no seríamos nada "Sin Esa Dualidad" de los seres que aprenden con dolores y que procede de esa manera de amar, para luchar en contra de los crueles y los que pisotean el alma hay que saber de sufrir y el don existencial reflotar. 

Para que no pueda engrandecerse y evolucionar lo maldito dentro hay que amarse para amar. 

Yo no te diré dónde tienes que estar, ni a dónde tiene que acudir tu corazón para sentirse y poder amar. 

Lo que sí quiero decir con estas palabras: es que todos debemos ir al unísono, a una vida mejor con más estabilidad. 

Porque las mentes enturbiadas tienen que tener la caricia de sus mismos congéneres para crecer y no decaer más, no hundirse en la terrible soledad y falta de amor y tranquilidad. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

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