AMÁNDOTE PENUMBRA



AMÁNDOTE PENUMBRA 

Mi escritura es servil en la madrugada. 
Se pone atenta y se excita en su inspiración expresada de tanta estrella, de tanto enigma, de tanta duda que en el cielo baila y baila. 
Soy extranjero, me cita la tierra de mineral en su desentierro. 
Viajo de lejos y me habita el riesgo de escribir atento siempre a no caer en el portento de no ser quién siente, quién ha lucido en tantas vidas, en tantos caminos rodeado de otra gente, de otras almas inquietas, precisas, sustentadas por el amor o por la penumbra que atenta contra la luz, apagando toda ternura de paz y dulce son. 
Soy el que relata su impaciencia. 
Tengo una ansiedad dentro de mi espíritu. 
Se agita una estaca universal, lo atraviesa y, cuando no tengo más remedio expreso mi miedo, mi premura de querer saberlo todo, pero como todos no puedo saber nada… simplemente sigo, prosigo creando versos y le doy ese relato a mi vida, que en imprecisión continúa latiendo dentro de mi alma que tiene alas blancas, pero también rozo un día la oscura y profunda incredulidad, incerteza humana. 
No digo que lo sé, yo soy alguien que también sabe que no sabe, que no tiene certeza alguna, que no puede la certidumbre alzar en sus días y deshacerla. 
Soy siervo de la luna. 
Soy amante de la luz del sol y me baño en la laguna de mi poesía latente de tanta pasión, es riesgo y decidido amor, arriesgado y valiente ante la oscuridad corazón de azulado y viajero León. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 
POeT@ Intemporal ©.

Comentarios

Entradas populares