SIN MÁS...



SIN MÁS… 

¿SABES? Te escribo sin ni siquiera haberte conocido. 
No sé si existes o has existido. 
Yo no tuve tu regazo para calmar mi sufrimiento. 
Perdí la calma y casi me voy al final de este conocimiento. 
Yo no tuve a mi lado para vencer al lamento ese designio, esa luz, eso de ser celestial y arropar los miedos. 
Pero no es solo que tuve oscuridad dentro, sino que sufrí lo más absoluto del golpe de la irrealidad y su gélido manto de dolorosa y fría soledad. 
Sin más fue un cortante desprecio que asolaba mi sensibilidad. 
Hoy estoy en el preciso momento de poder decir que nada te debo. 
Porque fue mi interior viajero el que me levanto de lo más profundo e hizo de mí valor riqueza de amor propio, para así emprender de nuevo el vuelo. 
Fue el mandato oportuno de ese tan sabio como eterno universo. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 
POeT@ Intemporal ©.

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