MARAVILLOSA SALVADORA



MARAVILLOSA SALVADORA 

Un pescador primerizo en la pesca se tiraba horas sin pescar nada. Un día se cayó al agua en el espigón en el que pescaba. No sabía nadar, y al caer al fondo y sentir la muerte cerca de sus ganas de vivir se cruzó con él una sirena. La joven dama acuática lo rescató y le devolvió la respiración. Cuando abrió los ojos el pescador sorprendido le dijo, sin saber que era un ser de la inmensa mar: —mi salvadora, mi luz de desahogo en las profundas sombras. 
La sirena sonrió y fue dando saltos hasta el borde de una roca en la que estaban los dos y se lanzó al agua. El pescador al ver que era una sirena se hizo una pregunta en su interior: «Que mágico es el destino, y que fantasía nos aguarda en la maestra vida. Yo muriendo y un ser que jamás pensé que existía salvándome de un final sin remedio ni posible huida. ¿Será que he de vivir creyendo en la imaginación y en las criaturas divinas?». 
El pescador desde aquel día fue al espigón todas las noches y tiraba una rosa al agua del mar que una vez a su alma la resucitó, para que nunca dejara de soñar y creer en los seres que gracias al destino están cuando todo parece ser el inevitable final. 
Moraleja: 
La vida es inexplicable en muchas ocasiones, pues si has de seguir cualquier maravilla de la fantasía universal te puede hacer sobrevivir. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 
POeT@ Intemporal ©.

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