CADENAS DE AIRE



CADENAS DE AIRE 

No suelo comentar temas políticos. Pero hoy, es una excepción. Hoy solo quiero entregarme al aprecio, a lo que hay detrás de toda idea y de todo pensamiento. 
Primero están los que guardan la memoria, la cultura, los que se arraigan fuertemente a las costumbres. Esos que apoyan la empresa, el crecimiento económico, más inclusive sesgando la calidad de vida de los obreros, esos cansados, sin tiempo para la familia y para otros quehaceres de su vida. 
Luego están los que miran la diversidad de frente, le dan la mano a los que sufren, a los que padecen, a los que apoyan y también el bien desean y quieren. 
A veces se equivocan, nos equivocamos, me equivoco en empujar demasiado la libertad hacía un abismo de libertinaje. Porque hay algunos que se vuelven tan radicales que ya no miran por romper cadenas, sino que las ponen en el cuello de los que lo pasan mal, sin darse ni siquiera cuenta de que están ahogando con su manera de pensar el sueño de otros tantos… esos que expresan por la libertad desgarradora su escozor hecho quebranto. 
Luego los hay que quieren alejarse de la codicia, del rencor, del prejuicio, de los robos de ladrones vestidos con adornos de poder benevolente, disfrazados de mentiras, pero dejan pasar por alto algo muy importante: cuanto más se trocea el mundo, cuantas más partes pequeñas minúsculas hay divididas en estas tierras, en estos mares más líneas, en nuestro planeta más motivos hay para señalarnos, para buscar la diferencia y provocar más prejuicio y más desilusión y diluir más aún lo que de verdad importa, y por lo que se tiene que luchar en la vida: el derecho a esta misma: respirar, sentir, emocionarse, y a vivir la libertad sin hacer daño ni provocar sufrimiento al amor de verdad. Hagamos un mundo unido en el aprecio diverso, que fluya, que vuele lejos, y se abrace fuertemente sin nada que pueda pararlo, ni ponerle ningún peso para que no sea ligero. 
Y como no hablar de los seres humanos que detrás de cada pensamiento ideológico, de cada idea política, de cada creencia, de cada manera de vivir filosófica, de cada teoría, de cada dogma, de cada manera de ver a los demás y sentirse y creerse en poder de su verdad hecho apego, de dejarse llevar con vehemencia por un amor tan verdadero. Detrás siempre hay un ser humano luchando contra sí mismo. Y a veces la elección, la decisión que se toma es un camino erróneo, es solamente un sendero que provoca más rencor, sufrimiento y odio hacia el pensamiento ajeno, mejor o menos, más malo o menos bueno, solo es tener algo para estar unos de otros más lejos. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 
POeT@ Intemporal ©.

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