RAÍZ VIAJERA




RAÍZ VIAJERA 

Desde antes vivo por y para ese dulce sentimiento. 
Tengo los sentidos aplacados, porque la realidad ausenta la felicidad y se clava como un clavo ardiendo. 
Soy de nadie, soy de todo, estoy en mi interior cansado una piel de lobo. 
Pero prosigo con valor, aunque me sienta solo. 
Echo a volar con la imaginación, así llevo mejor los días, y en sus horas también aplaco la desolación. 
Soy del viento, disfruto del perfume de las rosas. 
¡Y sí! Me llevo lejos su precioso aroma, al rincón dónde el sufrimiento no me asola. 
Llevo versos en mi antigua memoria, pues mi alma no estuvo solamente, sino que fue creciendo y hoy prosigue su alzamiento, para una memoria que continuará en otro destino, en otro nacimiento. 
He vivido y viviré… yo siempre lo he sentido: que la vida viene con otro latido, y así seguimos sufriendo, riéndonos de nosotros mismos, para poder continuar un camino lleno de zarzales y de caricias en el propio pensamiento, ese más íntimo y casi pleno. 
Soy eterna virtud, pues el arte que me ha llevado a sostener al dolor va de mi y de mi yo al vacío de temor, ese es aplacado con tinta que adormece esa sensación. 
Y me posee el trazo de la poesía, es lo que acaba con el yermo ser, y ese desvanecer de la alegría. 
Piso plácido en pasos de descubrimiento, soy del más allá…, pero a veces soy de dónde poso mi preciso momento, no callo, pero sé que nunca en compañía he de gritar. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 
POeT@ Intemporal ©.

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