DÍSELO POR FAVOR

DÍSELO POR FAVOR 

Paula estaba sentada en la playa. Al lado de una hoguera que encendió para recordar a su abuela, esa que tanto quería y que un día se marchó. 

Empezó a exclamar un rezo. Y decía así: —Santa Eulalia, tú qué has sido Santa y has hecho milagros, mándale este mensaje a ese ángel que de mí cada día está cuidando. 

Quiero que le digas que la quiero más todavía, que la echo tanto de menos qué cuando duermo sueño con sus hermosos ojos y su plateado cabello. Quiero que también le lleves donde esté mi abrazo más sincero, y que le llenes su carita llena de arrugas de besos y de un amor bonito, espléndido y tan mejorado por sus consejos. 

De pronto la hoguera se apagó y frente a ella se reflejó la imagen de su abuela, qué le dijo en voz bajita y con una mirada que destellaba una luz infinita: —siempre estaré contigo en las noches, en tus sueños más bonitos te llevaré al mundo de las ilusiones conseguidas, donde estoy ahora feliz y muy tranquila. 

Os deseo buenas noches y, que vuestros sueños os lleven al lado de esas personas, ¡qué sí! Todavía os siguen amando y cuidan de vosotros a todas horas. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

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