NAVEGANTES HACIA EL FRÍO

NAVEGANTES HACIA EL FRÍO 

A veces pienso en ser el parámetro más apartado del olvido. 

En ocasiones desvío mi mirada por no aceptar tanto dolor incisivo. 

Miro las pantallas que son actualidad y nos desvelan información, pero también tanto desvarío sin sabía ocasión. 

Soy un ser más… algo más tecnológico, pero algo más frío, sin caricias sin amor íntimo, ni paciencia por esperar un nuevo atisbo de alegría y felicidad de algún encuentro emotivo. 

Me cubro las penas con sensaciones inertes de la verdad, ¿por qué… quién dice que estás vivo? ¿No es sentirse nuevo cada día y poder así estrenar una emoción, para ser libertad verdadera en el día? 

No es que no quiera abrazar al futuro, sino que este mismo se desvela el mismo como si fuese una tumba tan profundamente enterrada, que ni siquiera nos damos cuenta de que la trompeta del adiós sonara en alguna temprana o lejana mañana. 

Y ni siquiera estoy baldado por tanto sucio golpe de otros, qué son ciegos, que son mudos, que son sordos, que no saben que todos navegamos en el mar y el barco se hundió hace tiempo, en ese frío manantial electrónico perverso. 

Nos terminará por ahogar el falso sustento de emocionalidad, sino cambiamos el rumbo y firmamos un noble y más cercano acuerdo. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

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