MUCHO QUE CONTAR
MUCHO QUE CONTAR
Tanto que decir, tantas palabras que trazar.
Tanto dolor que me quemó dentro, tanto ahogo en el interior que fue lamento descosido del deseo.
Penumbras aislaban mi futuro y yo estaba quieto, no podía creerlo, no podía darme cuenta ni siquiera de que la realidad era una estampida de mi felicidad sin miramiento.
Y yo solamente con mucho ahogo que dejar libre, tanto que liberar del alma y volver a volar por el cielo más sublime.
Pero claro, no era el momento, el destino no había llegado a decidir que tuviese por estandarte la felicidad, ni que fuese la alegría mi argumento.
…Y esperé… estuve atento a que cambiase el rumbo. Y cambio, ¡vaya que sí, lo hizo!
Vino una fortaleza y anidó…
Y ahora soy el pájaro volando acariciado por el viento.
Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo
POeT@ Intemporal ©.
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