A pesar del tiempo sigo disfrutando con una película de dibujos animados. Sigo siendo feliz al oler una flor y también me sigo riendo con un buen chiste, contado por un amigo con esa garra de humorista aplicado. Por eso, aunque el día de mañana mi piel esté arrugada, mis ojos seguirán diciendo y explicando que fui quien quise ser y que lo aprendido y lo sufrido me hicieron tener el alma más calmada, para acoger el final con amor y esperanza de que no acaba el viaje, sino que se cambia de envase y de momento, para seguir amando cada suspiro y cada mañana que me regale el lúcido y cierto sendero. 


Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

POeT@ Intemporal ©. 

Comentarios

Entradas populares