NACIDOS CON NOMBRE





NACIDOS CON NOMBRE 


Cuando nacemos venimos con una sed tremenda. Una sed de vivencias, pero también tenemos una sequedad  en la garganta, de no saciarnos con nada, de querer ser…, de querer tener y de poseer. 

Es esa posesión que nos atormenta por siempre y nos lleva de la mano del destino más amargo y doliente que quema. 

Somos criaturas venidas para socializar, pero a la misma vez nos apartamos unos de otros y nos desgarramos y cristalizamos nuestras almas, y las dejamos en un roto ahogo cortando filamentos de unidad entre los seres de mismo sendero hallado. 

Es culpa de instinto, despojos nacidos de voluntades a oscuras por tener y por apropiarse de toda la verdadera hermosura. 

Es camino de desquiciar y arrebatar ese bello don que tendría que ser de evolucionar y crecer amándonos, así sin desatar la locura para proteger al ser de tanto terrible camino y tanta tortura, pues somos los culpables del dolor más incisivo y de la bondad más humana, esa que yace en el interno nombre, el escrito en toda nacida vida, esa palabra que tiene y tenemos en el alma grabada. 


Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

POeT@ Intemporal ©. 

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