POR VOSOTROS SIEMPRE




CONSECUENCIAS 


En este siglo XXI nos está tocando vivir algo terrible. Son tantos los que se han ido, que han muerto, por una enfermedad que ha venido bajo mi opinión por el maltrato hacia la naturaleza, y por la suciedad que estamos creando tan dañina para ella, gracias al masivo consumismo egoísta. Transformando una Madre Naturaleza, que nos entregó un día la tierra que estamos asfixiando junto a ella. El cambio celular de los seres con su consecuencia de nuevas mutaciones, enfermedades, está generando más muerte y más enfermizo camino hacia nuestro futuro humano. 

¿Cómo afectara todo esto? 

Pues está muy claro: los pobres que ahora no pueden protegerse como los bien asentados pagarán con sus vidas, toda esta devastación y todo este proceso de volver a acostumbrarnos a otro virus, a otra enfermedad que llega devastando vidas y haciendo caer las economías del mundo, para que el pobre sea más pobre. 

¿Qué ocurrirá con la salud mental de las sociedades si hay más miseria? 

Habrá más dolor psíquico, si hay más traumas por carencia y abuso del fuerte al débil y al indefenso. 

Los seres estarán más invadidos de soledad interna y de dolor existencial, y eso a nuestra humanidad le hace daño en su evolución, y en poder ser una raza productiva mirando por los suyos y la salud física y mental de todos sus seres y habitantes. 

Estamos atravesando un cambio de vida, de costumbres. 

Solo espero y tengo la esperanza y le pido con mucha entusiasmada voluntad a la vida y a las personas: 

Qué no se desprecien más, por la separación y el mirar más lejano al otro. Que empecemos a unirnos, que al final en la unión y en la equidad de los derechos y los deberes está el verdadero sueño cumplido, ese de ir en un rumbo más plácido y más complacido de bondad y de buena vida, y de dicha y hallada felicidad. 

Este es solo un mensaje de alguien que sufre por los demás, que ha sufrido la maldita desigualdad. 

Este es un relato para decir y plasmar un dolor intenso. 

Solo soy un ser que desea que cambien las personas, que no sean tan codiciosas ni tan despreciativas hacia sus propios congéneres. 

Se despide Miguel Ángel Pérez Salcedo, un activista con esencia de poeta, pero convencido de que aún hay solución para no caer en el abismo. 


Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo POeT@ Intemporal ©. 

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