EL BRINCO
EL BRINCO
Salté, di en el techo, vaya capón.
Y sin piedad se rió la oscuridad.
Se separó del catre ¿adivinad?
Pues salió veloz huyendo el colchón.
Que situación absurda, del copón.
No riáis, y mi sentir adivinad.
¿Hay ayuda en tal imposibilidad?
Os ruego, atendáis la mía ascensión.
Solo puedo oír reíros, tan fluido.
Ya sé, que es gracioso este sobresalto,
y es simpático y broma lo agitado.
Ya me he escapado, con enfado he huido,
de todo ése cachondeo del salto
pues de ese bromear quedé ya hastiado.
Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo
Poeta Intemporal ©.
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