VIAJANDO AL AYER



VIAJANDO AL AYER 

Y al partir de viaje me encontré paisajes hermosos, tan bellos que se desonraba mi idea de lo que era la belleza. 

Y al pasar con el tren por todas aquellas maravillas de la naturaleza, mi vista se nublaba por tanta hermosura que reflejaba la ventanilla en mi cara. 

Sumida mi presencia en una espléndida y llena de asombro paciencia, con la que pasaba el tránsito para llegar al lugar donde iba mi alma a descansar y a reflexionar. 

Todo mi ser iba a pensar sobre la vida, pensar sobre el adiós, pensar sobre el transitar tantos odios y tanta desolación. 

Pero también en el pensamiento deseaba tener un momento para la alegría y los momentos de amor y de bellas caricias, con todas las personas que tanto me querían y a los que mi pensamiento nunca dejaba a la deriva del olvido, ni eran desaliento en mi camino. 

Y así llegué a mi destino y me senté en la roca, en aquella que cuando era niño pintada con tizas: sí o no, seré feliz, ya lo veré cuando sea mayor y cuando pueda vestirme con el traje que mi madre le confeccionó a mi padre. 

Y hoy con él estoy vestido aquí sentado y pensando como cuando era un niño: qué maravilloso es vivir, pero qué tremenda es también la vida cuando te hace sufrir. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 
Poeta Intemporal ©.

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