AIRES DE APRECIO



AIRES DE APRECIO 

Un pájaro es el mismo aroma de la libertad. 
Vuela aires sin esperar nada más que eso, su vuelo. 
Es bueno volar sin ponerle atención a los desaires del universo, pues aprende moviendo sus alas, siendo preciso en sus movimientos y sincronizándose con sus compañeros de igual manera, sintiendo el mismo sortilegio de la vida y sus cielos. 
A veces en la travesía hay cielos nublados. 
Otras hay un sol muy cálido. 
Otras hay una tenue brisa que te acaricia y te llena de alegría, pero siempre cuando un pájaro vuela por encima de una hermosura, de un alma pura y de amor llena: se oyen los cantos de sus compañeros que a la par que él vuelan, en una melodía preciosa que nos trae y nos lleva en la verdad de la existencia, que no es otra que ser uno unido al todo, y así poder volar con los demás seres al unísono del amor propio, conjuntamente haciendo felices a otros… y siendo de esa manera un feliz ser que no se acomoda, que solo expresa: que quiere que todas las vidas sean lo mismo, y así se llene todo nacimiento de alegría. 
Cielos hay muchos, pero el más iluminado es el de la compasión por los vuelos de todos los pájaros, sin pesos pesados de ningún rechazo. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 
Poeta Intemporal ©.

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