LETRAS DE VIDA

LETRAS DE VIDA 

Bajando la pendiente de la vida hasta llegar a lo húmedo que aleja la propia senda, que perfuma la tibia lumbre que ya no estará encendida. 

Me iré y dejaré letras escondidas en algún lugar del coeficiente, que fue en mis días la luz que no era suficiente para entender la vida. 

Se secaron tantos arroyos y se fueron marchando secos los árboles y sus ramas que protegían los sueños, de una vida mejor y una respiración más aliviada, yo, más sereno. 

Los libros se cerraron y las gentes cogieron más información desatada de una red en una órbita más lejana del contacto y el amor, tocándose unos a otros dónde se nutre lo físico y el corazón, ahí percibe la verdad de uno mismo el ser y su desfogarse el corazón. 

Siempre se fueron las letras en la vida, pues dejaba sus encadenadas y lucidas travesías, para que las leyeran otras almas, que podían estar perdidas en la senda tiznada de veras, de verdad que daña. 

Esta madrugada solo tiembla una letra en una palabra, y en esa palabra que se llama así misma: perdida, encadenados los hombres a una envidia. 

Y desde el egoísmo que la tinta negra espanta, pues se dicen verdades envidiosos que desean los males a otros, pues así el mundo no va bien, no es progresar querer que el otro caiga y en el pozo se oculte su ansiedad, de ser y de encontrar la felicidad. 

Yo seguiré caminando y parando de esquina en esquina, trazando letras que me ayuden a continuar en esta vida. 

Letras de ser y darle relato a la travesía. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

Poeta Intemporal ©