APRENDER DE LAS ASCUAS




APRENDER DE LAS ASCUAS 


Los vientos se arrodillan ante el huracán. 


Lo mustio ejerce pleitesía ante la flor florecida. 


Mi alma siempre a la deriva por tanta lamentación en estos días. 


Pero miro desde el corazón, desde ahí entrego las mejores caricias de amor. 


Siempre he de ir por el camino regalando sonrisas, y dejando atrás el dolor para darme por entero al amor, y dar a los otros un ejemplo del que lo superó. 


Soy acantilado boca abajo en el cielo. 


Soy un desván vacío de recuerdos. 


Soy la luna dando luz y el sol oscuridad. 


Soy lo contrario del sufrimiento, porque superé tanto lamento, en este andar de riesgo. 


Volveré del espacio infinito y regresará a mi alma el caminar en esta tierra sesgada. 


Pero siempre la dulzura llenará mi cuerpo, el que me regale el universo, una vez más para ser aprendiz del fuego. 


Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

Poeta Intemporal ©. 

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