LA SABIDURÍA ES ALGO OLVIDADIZA

LA SABIDURÍA ES ALGO OLVIDADIZA 

El chamán le dijo a sus vientos llevarme a olvidar, llevarme a que el esqueleto quede atrás. 

Y no quiero recordar, pues el dolor hizo lección y la alegría me llenó el corazón, y eso se desprendió y lo hará en otro vuelo, en otra eternidad. 

Pues esta no se olvida de los sentidos y las alas abiertas en otro cielo, en otro lugar siguiendo tiempos, seguirá la lucha, estás siempre atento como los pájaros en busca de sus vuelos, libertad de los cielos. 

El chamán inhalaba el humo del ayer, acariciando los minerales sabiéndose entre ellos como iguales. 

El hechicero traspasó y se hizo cóndor, igual a lo lejos llegó que la vida de otros escombros. 

Las vidas que había trazado quedaron ya tan en lejano suspiro, trás de los otros tiempos pasados. 

Y se hizo experiencia el volver a bailar en las hogueras, y en esa circular tragedia, parar un momento, y sentir toda la felicidad del ser, del alma, de lo espiritual que nada le arrecia, pues suspiro es la eternidad y la sabiduría algo olvidada, no es más que echarse a volar entre el tiempo y lo que siempre ha de llegar… 

Y el chamán lo sabe, por eso solo se deja llevar aunque el olvido lo atraviese cómo ardiente puñal. 

El sol da energía, la belleza es efímera, los rayos que caen del cielo oscurecido por tormentas, no son más que el legado de lo que el espíritu experimenta, advierte, y así inteligencia progresa en su ser, en su esencia. 

No hay más bestia que el impulso arrebatador que te quita la palabra, y te entrega lo absurdo del ensordecedor de la mala práctica. 

Hay más ciclos de vivir y más historias que para hablar de saber se han de contar, se han de decir… y así no hay más bello momento que saberse tan eterno como un no olvidado soneto, que no se olvida, la melodía se lleva tan adentro, alarga la mía, mía la excelencia de una vida nutrida. 

El ser debe estallar para rehacer su sostenibilidad. 

El precioso suspirar es más que la vida, es más, eso se llama eternidad de lejanías y seguidas vidas. 

Se hizo vida, se trazó el destino que aniquila y así en continuos vaivenes venimos y nos acercamos al adiós, siempre vienen los vientos, nos traen lo que será… 

Porque ayer nos sentimos aullar a la libertad, y ese viaje muy adentro como canción de que siempre se volverá, así fue, y así se ha siempre de respirar. 

Las flautas están sonando, ya llega el momento de aparcar todo lo trabajado, y no se queda solamente en garabatos existenciales, sino que nos llevamos tan adentro lo creado, pues tu alma, la mía, nuestras esencias de vida, todas ellas lo saben, somos más que los aires del tiempo, lo aprendido en lejanos momentos. 

Ahora siente y suspira, luego tenlo presente, llévalo contigo a otro camino atronador, y no será este el que ponga fin al navegar de los mares, y las lluvias caerán sobre ti, no será esta la última vez que haces sentir y sientes al oír las voces de tu ayer, y los desvaríos de cantos de lo que se espera del futuro, del futuro que te han de servir en luz o tenue suspiro o oscuro removido momento, del dolor incisivo, eso siempre será lo que te esté aguardando el paso tras paso, y eterna siempre está la eternidad en tus adentros, y no hay melodía tan preciosa como saberse unido a la luz de todos los comienzos. 

Mirar siempre a tu lado y sentir todavía el aprecio de los que quisiste, los que has amado, y no se marcharán los sentimientos, pues quedan tan grabados dentro, que no es más que seguir al amor notando, y andar en tu emoción, desde adentro hacia fuera, camino lleno de riqueza, el poder de la emoción de seguir hasta el adiós, y así volver al percibir y darte al son de nunca fin, ni desolación de ser y existir. 

Habrá siempre llanuras, habrá siempre imágenes que vienen como recuerdos en estampidas de algo vivido, algo cierto que fue en tu vida. 

Quizás fue en otras anteriores vividas, quizás fue antes de que te fuiste, de cuando aprendiste en otro volver, y te marchaste para coger las riendas otra vez, puede ser… pues al perder respiración nace de nuevo un pulmón en otro lugar, y es existencia, se vuelve a respirar no hay más que saberse nutrido de lo vivido, y saber que tienes dentro un descrito como bagaje en sangre, qué son los recorridos de todos dentro, por encima de los huesos o entre ellos siempre termina la mente, de evidente van navegando los deseos caídas y provechosos senderos de vida, carne qué cambia como el aire. 

Te verás en otra realidad, de otro semblante hecha tu esencia por fuera, ver y vislumbrar de otra manera, otro serás…

La cara, la foto y la caricia del que sabe que eso siempre cambiará, y no sabes dónde, pero sientes que siempre vuelves, y se tornará una puerta y se abren doce como discípulos o más… y no hay números, pues solo la cuenta la hace el que quiere llegar a algo… y la vida no es más que un canto de un sereno patriota de su propia vida, de lo que camina y siempre a él le reflota, esencia de luz que al destello nunca al volver deshonra. 

Se hacen cenizas, se cubren de tierra, se van y se alejan los que fueron lejanías, y ahora también se acercan, no se puede decir: no volveré a volar, el agua fresca no tomaré, ¿y cómo lo sé?

Tocarán los rayos de luz mi piel de nuevo, no somos nadie para decirlo, no lo sabemos, solo somos un camino, somos pasos unos dentro de otros, y eso es saberse cierto como el rojo de dentro, que todo se retorna y volvemos a navegar en los deseos, que como las idas y venidas vidas, subiendo de tamizada luz la subida a otra vereda hallada, brillo esplendor y más savia. 

Nos llevan al encuentro los otros, nuevos momentos, de lo que somos, y los sabios no están lejos. 

Y no es nosotros ni ellos, estamos siempre anidando proyecto y siendo los que creamos y damos sed a la vida, y cargamos el tropiezo, el tormentoso saber que para eso hemos llegado. 

Hechiza la vida, da magia al pasado, te entregan su sabiduría los años que vas caminando, y eso llevarás a otra vida como espíritu sabio y legendario. 

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo 

Poeta Intemporal © 

El Alma se mimetiza con la de tantas lejanas y en ahora experiencias. Espíritus viajeros.