UN AMOR ESPONTÁNEO

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UN AMOR ESPONTÁNEO

Llegó de Granada con la maleta llena de ilusión.

Comenzó a labrarse un futuro

y fue cuando la conoció…

Y ella llegó con la mirada más tierna que él nunca había visto.

Llenó de amor y dulzura su espíritu, con ansias y nerviosismo de vivir y tener un feliz futuro y único camino.

El espontáneo le llamaba y él susurraba entre aires de esperanza un cuento de hadas.

Concepción trajo a su camino un chico despistado pero con ímpetu de luchar y ser el mismo.

Un hijo que todo lo superaría. De nombre le pusieron David, y fue

una hermosa melodía que puso música de alegría a su vida.

También vino viendo la luz un poco antes, una tímida y temblorosa flor, Eva se llamó, su nombre brillaba y se alzaba cada mañana con la corona de princesa de un hogar que olía y huele a roble, azahar y lavanda.

Hoy ya no juegan por la casa,

ya no se oye sonido de infancia; porque buscaron sus destinos, porque se hicieron su propio camino.

Pero el de Granada y la dama de rostro bañado en suspiros,

los veían todavía cada día jugando entre coches y vestidos, entre fútbol con amigos y castillos de sueños de damas valientes y caballeros dormidos.

Hoy siguen su abrazo espontáneo, como dos eternos enamorados…

En el mismo lugar de tantos trazos de recuerdos añorados.

Y suspiran juntos…

Por saber que sus vidas se volverán a enlazar de nuevo en otra melodía, en otro trazo. Comenzando donde lo dejaron…

Espontáneo beso de dos aves que juntas seguirán volando.

Otra vez comenzar de esa bonita manera de amar…de algo que siempre fue eterno…

Y siempre lo será...