LA CULPA NO ES DE LA INTENCIÓN

Descubre el sendero de mis palabras...

LA CULPA NO ES DE LA INTENCIÓN

Se abrieron sus entrañas con esa delirante espada que sostenían sus manos temblorosas y agitadas.

No era él, si no que le invadía la malvada  irrealidad que desesperaba toda su tranquilidad, empujándolo al vacío de la crueldad, por un engaño que lo invadió, que le atravesó el corazón para y por defenderse.

…Y no pudo hacer nada más que golpear, para que no se le hiriese.

…Y así lo hizo, y temblaron la tierra y los mares.

Cuando él despertó de aquel paranoico desaire volvió en sí

y se dio cuenta de lo que había sucedido, de aquella cruenta verdad que se hizo brillo de realidad.

…Y de pronto comenzó a lamentarse y a llorar por dentro.

Se desgarraban sus cimientos. Toda la vida que había creado, que vivía caminando como cualquier ave de paso.

Se cayó delante de sus pies

y comenzó a temblar su alma por aquello que no había sido culpa suya, por aquello que aún le traspasaba la vida.

Luego le llamaban loco culpable.

Le decían marcando su sensibilidad herida, presa está tu vida.

Pero no sabían lo que había pasado, no podían comprender aquel huracán de delirios en el que había cabalgado.

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo

POETA/Derechos reservados ©.