AMENAZADA

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AMENAZADA

Solo había rabia en su mirada.

Mientras hombres la tocaban.

Era la esclavitud de una dama que fue sacada de su hogar a la fuerza, por unos tratantes de almas que la empujaron al deberles algo.

Y fueron tiempos de sucias camas, donde violentaron su esperanza.

Pero ella luchaba y luchaba

consigo misma

con no sufrir más de la cuenta, por aquellas malditas horas entre sábanas de rabia.

Ella lo hacía por proteger a los que más amaba.

Porque la secuestraron haciéndole una amenaza, diciendo que si no hacía lo que deseaban harían daño a esos que salieron de sus entrañas.

Todos los días hacía una llamada y hablaba con sus pequeños del alma, que en otro país la esperaban.

Y un día llegó la salida a tanta desgracia, consiguió huir siendo ayudada por unos protectores que de aquel encierro la liberarán.

Deteniendo, encerrando tras rejas de verdad ajusticiada

a los que comerciaban con tantas como ella, con tantas que un día sustrajeron de sus hogares bajo amenazas.

…Y por fin pudo aquella mujer desesperada ver la luz y volver a su casa.

…Y cuando llegó se fundió en un abrazo de amor, lleno de alabanzas y gracias al destino que por fin le había devuelto el cariño

y el saber protegidos a sus hijos

queridos.

Autor: Miguel Ángel Pérez Salcedo

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