En los confines de la dulzura .

En los confines de la dulzura.

Exhausto corría hacia mí verdad, esa que se hallaba muy dentro de mi profunda sensación de vacío, arrastraba lo sufrido en el espíritu, y tenía llagas en mis manos de subir por paredes, agarrándome a filos afilados como hojas de acero.
 Al quebrarse mi mirada en cada intento de volver del encierro, solo podía sentir que me ahogaba en la desesperación, y mis oídos sangraban de escuchar lamentos en las madrugadas.

 Un suspiro salió de adentro de mi corazón, comencé a escalar más deprisa esa pared que dañaba mi voluntad, y por fin llegue a la cima, allí pude ver que mi destino era la decisión de un poder más infinito que el tiempo, y divisaba un horizonte bañado en nubes de dulzura, y el sol que cubría con sus rayos aquel paisaje, me llamaba con susurros de gozoso sentir de amor.
Me hice una promesa en aquel lugar, que nunca volvería a dejar de luchar viniese lo que viniese, y note como mi alma se despertó de los confines de mi desesperación, y al fin me volví libre y verdadero.